La vuelta a clase

(Antes de nada mil disculpas por las decenas de erratas de las entradas de ayer. En mi descargo sólo diré que estaba agotado, porque había mucho que contar, era muy tarde y lo de subir las fotos no es fácil)

Hoy era un día complicado, a la vuelta del break, y estábamos todos con la sensación de que estas tres semanas que nos quedan se iban a hacer muy cuesta arriba. Despertarse a las 5:50 para hacer ejercicio tampoco ayuda demasiado.

Pero se han superado. Hoy ha sido sin duda el mejor día desde que esto empezó. A primera hora hemos tenido una clase sobre la fórmula de Taylor que explica la relación que debería existir entre crecimiento, inflación y tipos de interés. Nos la ha dado Taylor... yo no había oído hablar de él pero debe ser un economista bastante famoso, íntimo amigo y colega de Greenspam. Su fórmula explica porqué la economía americana ha tenido mucha menos volatilidad en los últimos 25 años (su fórmula se ha cumplido) y por qué los tipos de interés de hoy son demasiado bajos, y al incentivar demasiado el gasto dando origen a la famosa crisis de las subprime.

También ha hablado mucho de las políticas de inversión y ahorro en Asia y América. Yo no termino de ver la diferencia entre ahorro e inversión, todo el dinero que ahorro en realidad lo pongo en bancos y fondos y éstos lo invierten.

Después hemos tenido la primera clase de Gestión Financiera, con Parker. Muy bueno, me gusta incluso más que Lattin, el de Márketing. Su clase me habría venido muy bien hace un par de años, porque se ha dedicado a combatir la idea generalizada de que la deuda es mala. En realidad lo malo en invertir el beneficio de la operación en inversión, pues ese dinero pertenece a los accionistas y en realidad lo que estamos haciendo es obligarles a invertir de nuevo en la compañía.

En Márketing nos hemos centrado en CRM (Customer Relationship Management) Interesantísimo, porque el área en el que nosotros somos mejores y a la vez más podemos mejorar, y también porque empieza a cobrar sentido esa idea de que una compañía puede crear valor por "Product Leadership", "Operational Excellence" o "Customer Intimacy". Elegir la o las que son prioritarias es la decisión más estratégica.

Por la tarde hemos tenido una opcional sobre nacionalismo y ciudadanía que ha sido un coñazo y otra muy interesante sobre el efecto red en los negocios, que se refiere a los beneficios de suponen para un usuario que más gente use el producto o servicio que él usa o quiere usar. Es al revés que la economía tradicional, en la que salgo perdiendo si más gente quiere lo que yo quiero.

Hemos estado casi un par de horas discutiendo sobre las dinámicas de ese tipo de negocios, porqué algunos funcionan y otros no. El sonido cuadrafónico no funcionó, el sistema de códigos de barras no despegó durante décadas hasta que Safeway se atrevió con él, y Facebook empezó en harvar para poner en contacto a los estudiantes de las residencias... La clave, o una de las claves, es cómo generar pinguinos atrevidos, esos que se tiran los primeros al agua y que son imprescindible para que los demás les sigan.

Y luego el grupo, que es mucho mejor que el anterior: J, un indio muy crack aunque un poquito repelente; A, de una compañia petrolífera de Arabia Saudí ; S, el Socio Director de Roland Berger en París; H, un alemán muy listo que hace 15 años vino a Stanford a hacer el Sloan; K, jefe de distrito de la policía de Hong Kong; J, un soltero que vive en San Francisco y veranea en Sitges que es Director de RRHH de APS, una compañía energética enorme; y M, el Vice Presidente Ejecutivo de una compañía de supermercados, de más de 500 supermercados en la costa oeste. La leche...

Hoy es el primer día que he pensado que mi inglés está mejorando bastante.

Han mezclado las clases. Yo sigo en la 170, a la izquierda tengo a J (el de Sitges, que también tiene amigos en Chueca) y a la derecha tengo a J, que es muy majo pero que eructa, debe ser normal en su país pero a mí me da bastante asquito.

Sigo siendo el que más pregunta en clase.

Nunca pensé que me iba a acostumbrar a andar con chanclas, ya no tengo que apretar los dedos para que no se me salgan.

Después de tres días dando vueltas por Southern California, y de preguntar por aquí esta mañana, sigo sin saber dónde regalan los Hummer.