El Break

Tenía ganas de salir. Pasé de la última clase, y a las dos de la tarde estaba ya metido en el coche, con mis gafas nuevas, crema para el sol, tiritas para las ampollas, el mapa y una caja llena de cookies y fruta.

Monnterrey es bonito, agradable, sin más. Tiene la ventaja de ofrecer la primera vista del mar, y eso siempre ayuda.Tiene una plaza a la que llaman colonial, que es de mediados del XIX.

Carmel es pijo, muy pijo. Lleno de restaurantes caros, tiendas de ropa y galerías de arte horribles. Parece un pueblecito suizo llevado a California, también por lo empinado. No llegué a tiempo de entrar en La Misión, pero por fuera era una preciosidad.

De Carmel sale la Highway 1, que es la carrertera mítica que une por la costa San Francisco y Los Ángeles, y la que pensaba seguir. En seguida se adentra en lo que llaman el Big Sur, que es una costa espectacular de playas y acantilados. Muchas de ellas, las más bonitas, privadas!

De vez en cuando me bajaba del coche, y buscaba algún camino que me acercara a la costa. Uno de ellos me llevó hasta un banco con unas vistas preciosas, y me puse un poco triste.

Ya estaba casi anocheciendo, y la carretera se había metido hacia el interior atravesando un bosque, y cuando pensaba que había encontrado un motel de montaña ideal, con un bar atendido por un tipo que parecía sacado de una película , me di cuenta que era el único que no se había enterado.