domingo, 24 de mayo de 2009

Vacaciones de Ferragosto (Pranzo di Ferragosto)

Sé que es una tontería, pero siempre he pensado que era una excepción entre el público del los Renoir. Me daba a mí que, por aquello de que las ideas se agrupan en listas cerradas, lo de ir al cine en versión original era una costumbre progre y que debía de ser de los pocos que votaran al PP, y el único que diera charlas de apologética.

Por eso hoy me he quedado a cuadros cuando nada más sentarme he oído a las señoras de al lado hablar del P.F. y de la cena benéfica para el proyecto de Tierra Santa. Ha sido extraño, porque de repente no estaba solo como siempre, casi aislado. De hecho he dudado mucho antes de pedirles que se callaran, y al terminar la peli he salido corriendo, porque me ha dado miedo que me reconocieran. Pero es que ya no aguantaba, si algo me saca de quicio es la gente que comenta lo que pasa en la peli: "mira qué mala es", "¡Otro vaso de vino...!" "Sí sí, ya verás cómo no vuelve...! Me han mirado mal cuando les he llamado la atención, pero se han callado casi del todo.

¿Y la peli? Italiana, muy italiana. Y tierna, intimista, casi íntima. No es una historia siquiera, es una foto. Una foto preciosa de una vida normal pero preciosa. Es como esas fotos de detalle, esas fotos que se acercan tanto a la realidad que descubren lo bello que hay en todo, incluso en lo que desde lejos parecía ordinario. De alguna forma es la mirada del que lo mira lo que puede hacer que sea especial. Salvando las distancias, como la pradera del otro día o como este árbol del viernes.



En este caso la mirada es la muy personal de Gianni Di Gregorio que es a la vez el director, el guionista y el actor que encarna al protagonista, que también se llama Gianni. Además es divertida, sin para ello tener que caer en la patochada, en la grosería o en la exageración, que son los recursos más fáciles y más comunes.

Releyendo todo esto me doy cuenta de que quien lo lea puede pensar que es una obra maestra, y no es para tanto. Es muy bonita, ni más ni menos. ¿Como para ir a verla? Sí, sin duda, pero en italiano porque es la típica comedia que un mal doblaje puede destrozar del todo. Sobre todo las voces de las ancianas, que en la versión original quedan preciosas pero que en cuanto se hagan un poco forzadas pueden hacer los diálogos insoportables.

Escribo esto con la tele puesta de fondo. Como castigo por ello ha aparecido de repente en mi salón el anuncio electoral del PSO, el de cura que dice que en Europa sólo cabe una religión, el del skin que dice con cara de querer matarlos que los homsexuales son unos enfermos, o de la francesa que tomando el té dice que cree en la pena muerte. "lo malo no es lo que creen, es lo que votan" termina diciendo el anuncio. Si ese anuncio no es ilegal es que la ley que regula los anuncios electorales es mala. Yo voto al PP, y considero que con ese anuncio me están insultando y además de la forma más burda.

Lo peor es que seguro que funciona, y eso no dice mucho de los motivos y las razones por las que la gente vota a un partido o a otro. No es la primera vez que usan ese recurso y si lo rescatan por algo será. Fue la famosa campaña del buldog, la del PSC en las últimas elecciones... De alguna forma es como los anuncios de detergentes, que no sabes cómo la gente se los puede creer, pero que si los siguen poniendo es porque se los creen.

Mucho más bonito es el libro que he empezado a leer, la autobiografía de Chesterton que compré hace mucho y que tenía por ahí olvidada. "Un reloj de sol sólo marca las horas soleadas".

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