domingo, 10 de mayo de 2009

La Sombra del Poder (State of Play)

Si consiguiéramos que fueran a verla muchos chavales de 18 años, esta película por sí sola levanta la demanda de periodismo para el curso que viene hasta ponerla en niveles que sólo se recuerdan en la mejor época de "Periodistas".

Qué gusto ir a ver una película americana. State of Play es americana no sólo porque la producción es americana o porque el director y los actores son americanos; es americana por el ritmo, por la trama, por cómo según se acerca el final se te va poniendo el corazón en un puño intentando poner todo de tu parte para que al final triunfe la justicia y la verdad. No sé porqué me da a mí que esta no está subvencionada por el Ministerio de Cultura ni por el INCAA.

Y luego está esa cosa que tienen los americanos: sus periódicos, sus congresistas, sus presidentes, sus asesinos incluso... Son muy distintos de los nuestros. Por más que lo intento no me imagino toda esta historia protagonizada por Martínez Pujalte, no sé por qué. En cambio cuando veo en la tele a un congresista americano me lo imagino perfectamente metido en una de estas tramas mundiales que mueven miles de billones de dólares. Y con los actores me pasa lo mismo, a Jorge Sanz sólo soy capaz de verlo como Alejandro Sanz, y en cambio a Russell Crow me lo creo perfectamente de reportero del Globe. Y no puede ser sólo porque Alejandro Sanz sea un actor pésimo, de esos que el otro día con D comentábamos que dar vergüenza ajena. Tiene que haber algo más, pero no sé lo que es.

Hablando de actores malos, hoy me he acordado de nuestro querido C, en la expresión esa que siempre utilizaba de "periodismo de raza" y en cómo se pasa las horas en el Congreso (en el nuestro, que tampoco se parece demasiado al de Washington) intentando sacar a la luz la verdad. C se creía, y se cree, lo del periodismo de raza. Espero que haya ido a verla, y si no espero que G le diga que vaya.

Lo peor ha sido al salir, he pasado con la moto por delante de El Turkito y he visto a mi amigo, el camarero que ahora se ha quedado de jefe. Estoy seguro que con mis 5 euros semanales del Superkebab mixto no se hacían ricos, pero me da un agobio enorme haber dejado de ir. Pero es que me he dado cuenta que un kebab con extra de salsa a las 11 de la noche no puede ser bueno.

Este fin de semana además quería escribir sobre Patxi López, porque me ha parecido un muy buen síntoma que tenga cabrado tanto a Urkullu como a Edurne Uriarte. Ya que va a ser imposible (Porque lo es, de eso no me cabe la menor duda) contentar a todo el mundo, creo que su objetivo debería ser cabrear a todo el mundo por igual. Pero no, más que un objetivo eso es un indicador: si todos están igual de cabrados significa que la cosa va bien.

Además uno estaba cabreado por el fondo y la otra por la forma, lo cuál es aún mejor. De hecho si la cosa fuera al revés es que algo no funcionaba. Qué complicado lo tiene, pero qué importante es que lo haga bien. En estos días he estado a punto de escribirle para desearle suerte y para ofrecerle mi ayuda, pero al final -cosa rara en mí- me he rajado.

El que me ha sacado de quicio es Javier Elzo, al que vi el viernes en Informe Semanal después de comerme la que sin duda es la mejor hamburguesa de Madrid. Venía a decir esta especie de Sociólogo oficial del nacionalismo que lo grave iba a suceder de aquí a siete años, cuando comprobáramos cómo los nacionalistas habían digerido la traición que estaba teniendo lugar ahora. Era algo así pero mucho peor, sonaba a esas amenazas sieniestras que tan bien conocemos. Pero es lógico, Elzo es el prototipo de carrera forjada a sueldo del nacionalismo, no sé si alguien que no sea Nacioanlista y con dinero público le habrá pagado alguna vez algo... Puede ser, pero seguro que para vivir no le habría dado.

Me gustó mucho el poema de Wiskawa Szymborska con el que López termino su discurso bajo el árbol de Guernika (no voy a hacerme el guay, nunca había oído hablar de esta escritora polaca):


Nada es dos veces
Nada sucede dos veces
Y es lo que determina
Que nazcamos sin destreza
Y muramos sin rutina


Ningún día se repite,
Ni dos noches son iguales
Ni dos besos parecidos,
Ni dos citas similares


Entre sonrisas y abrazos
Verás que la paz se fragua
Aunque seamos distintos
Cual dos gotas de agua


Me encantó cuando lo oí. En seguida me fui a googlearlo y le he estado dando vueltas todo el fin de semana. Esta tarde, corriendo, he tenido por fin que admitir ante mí mismo que era bonito pero vacío, que en el fondo no decía nada.

Esta tarde ha quedado formalmente inaugurada la temporada de piscina de los Sáenz de Miera Méndez. Después de correr me he dado un baño, lo que ha producido caras largas en mis hijos durante media hora porque A, como siempre más sensata que yo, ha dicho que ni loca les dejaba imitarme

A ver qué tal se da la semana. Es corta, pero nunca se sabe si eso es bueno o malo hasta que no ha pasado. Con suerte el lunes ponemos en marcha una nuevo obra de teatro, "La Cena". Una gozada, si la cosa va para adelante no será la última vez que salga en este blog.

2 comentarios:

Betoman dijo...

con todo respeto Iñigo; creo q te refieres a una peli "estadounidense" América es de Alaska a Tierra de Fuego.

Somos más de 600 millones de Americanos q nos estamos fuera de tu apreciación.

No se q les pasa a los españoles con eso de América = a EEUU cuando desde aquí se formo la grán América, la Patria Grande, la que ahora oldivan.

Iñigo dijo...

Gracias por la aclaración, Betoman. Pero aunque entiendo el sentido de lo que dices, no me podrás negar que tu propio argumento se te vuelve en contra: ¿Qué pasa, que no es americana la película, no lo son los actores, no lo son los estadounidenses? No he dejado a nadie fuera de nada, eres sin querer tú el que está dejando fuera a los de arriba. ¿No crees?

Sé que no era lo que pretendías, de la mimsa forma que sabes que yo estaba utilizando "americano" y no "norteamericano" o "estadounidense" porque "cine americano" refiriéndose al cine de los estudios de los USA es un término acuñado y que todo el mundo entiende y utiliza.

Pero gracias de todas formas.