domingo, 4 de abril de 2010

SS:PPP

SS de Semana Santa y SS de San Sebastián, que las dos valen.

No voy a ir al cine aunque tenía muy claro que quería ir a ver El Escritor, que todo el mundo pone muy bien y que además cumple con la condición de GB de ser lo suficientemente conocida como para que hablar de ella interese. No voy a ir porque me apetece más celebrar el final de las vacaciones yéndonos todos a cenar. A mí me apetece ir a KFC, pero A con razón dice que puede no tener mucho sentido meternos en Madrid. Ya veremos qué puede más, si la razón o mi cabezonería.

Ha sido A, por cierto, quien mejor ha definido esta Semana Santa, de nuevo con un acrónimo (¿Es un acrónimo?): PPP. Paseos Patines y Pipas. Básicamente es lo que hemos hecho de sábado a sábado, con el paréntesis del martes en Santander, y creo que es lo que estaríamos haciendo si siguiéramos allí. Estos días en San Sebastián son siempre muy tranquilos, y junto a los que solemos pasar en Jaca son los más familiarles. Aparte de ir un día a San Juan de Luz y otro a Deba, no tenemos nada más que hacer que no hacer nada. Lo curioso es lo bien que lo llevo y lo que lo disfruto, cuando en Madrid no sé estar dos horas parado o una tarde sin un plan.

Son días también para observar a los niños, para ver cómo crecen y cómo se van haciendo, cada uno a su manera. LLevo unos minutos pensando y no sé qué escribir de cada uno, escribir aqui cualquiera de las cosas que se me ocurren no sería mas que reducir lo infinito de los mundos en que cada uno de ellos se está convirtiendo, la novela que cada uno está empezando, si no a escribir, sí a soñar. ¿Cómo se verán a sí mismos, como nos verán a nosotros, cómo encontrará cada uno su camino para ser feliz, si es que lo encuentra? R diría que me estoy poniendo cursi, y que sólo se me permite ser cursi en verano, paseando al anochecer por la escollera de Deba.

Puede que desde que estoy viviendo entre Santander y Madrid me estén echando más de menos de lo que yo pensaba. A va a su bola y todo le resbala, pero R y R han estado toda la semana, aunque veladamente, compitiendo por mí. Me siento raro al decirlo porque me suena a vanidad, pero creo que en este caso - sólo en éste - no lo es. R además ha seguido luchando consigo misma y buscando su manera de estar. En este caso ha ganado la niña, la hija, la hermana, a la adolescente. Espero no estar confiándome sin razón, pero creo que con R por ahora lo estamos haciendo más o menos bien.

Ha sido curioso, esta semana me ha preguntado un par de veces si íbamos a ir a Misa. La primera ya no recuerdo a cuento de qué vino, pero el jueves por la noche apareció en el salón por la noche, después de haberse ido a dormir, diciendo que no habíamos ido. Al principio me agobié un poco, no quería que pensara que sus padres no hacen lo que en el cole les dicen que hay que hacer, pero luego me pareció una buena oportunidad para ayudarle a ver que no se es necesariamente mejor por ir a Misa todos los días, aunque ir a Misa sea algo bueno. El tema no es fácil, me importa mucho formarle en el respeto profundo y por encima de todo a la forma que cada uno tiene de vivir y de vivir su fe, pero sin caer en el relativismo que destruye o en la mediocridad que... que mediocriza.

Por cierto, hoy en Misa me he dado cuenta de que no sé hasta qué punto me creo, si lo pienso bien, la existencia de una vida eterna que en teoría la resurección que hoy celebramos nos confirma. Me da la sensación de que creo en ella sin creérmela del todo. Me he dado cuenta porque D.J. ha explicado muy visualmente lo que es y lo que no es esa vida eterna. La muerte no es más que el principio, ha dicho, en la otra vida nos vamos a encontrar a todos a quienes hemos perdido, a quienes vamos a poder ver, tocar, abrazar.... En eso se basa nuestra esperanza, es lo que hace que la vida tenga sentido. Lo siento, pero me cuesta creerlo. Debo estar peor de fe de lo que pensaba. También es verdad que la alternativa, que esto sea puro azar y puro tránsito sin sentido, me cuesta creerla aún más. Me falta fe tanto para lo uno como para lo otro.

Solucionado el tema de la vida eterna y de la existencia humana, unas fotitos. Cuelgo algunas de las que he hecho en estos días, de nuevo con la BB, animado por algún elogio que despertaron las últimas de Santander. Estoy convencido de que las cámaras digitales pequeñas tienen los días contados, falta muy poco para que del los teléfonos pasemos a las cámaras profesionales sin pasos intermedios.









Todo mezcaldo, igual que luego aparecerá en el recuerdo, ahí va la playa de Deba desde el Ondar, El Buen Pastor y Santa María de Noche, el puerto de San Juan de Luz, una ventana, Igueldo desde el otro lado de La Concha, la ribera parisina del Urumea, redes y barcos, y A jugando al fútbol.