El martes fui al cine en Londres, a ver Gran Torino. La película me gustó mucho, me pareció muy sincera y muy bonita. Al terminar lloré, y hace mucho que no lloraba en el cine. Pero más que la película me encantó salir ya tarde, cuando no quedan casi turista, y sentirme un verdadero Londoner.
Aunque parezca mentira me ha costado volverme, han sido sólo seis días entre placer y trabajo, pero he llegado a sentirme en casa. 
Las fotos no son nada del otro mundo, aunque hay alguna bonita me ha sorprendido el hecho de que me gusten más ahora que las veo al poco de hacerlas, será porque en ese momento las comparas con la realidad, una realidad que ahora está más olvidada.
De londres me gustan las calles, el verde de los parques, y sobre todo las tiendas, las casas y los colores del ladrillo, y los londinenses que al igual que su ciudad tienen una elegancia natural que no se encuentra en ningún otro sitio.
Con la blackberry también se hacen fotos bonitas, lo que demuestra que es mucho más importante lo que se fotografía que cómo se hace.
2 comentarios:
Hola Iñigo. He llegado a tu blog a través del de David Arias, que supongo que es compañero tuyo de trabajo y seguro, amigo.
Yo vivo en Inglaterra con mi familia, a 130 kilómetros al Norte de Londres, en un pueblecito delicioso llamado Oundle.
Ya que eres amigo de David, me gustaría tener la oportunidad de saludarte.
Un abrazo
Abu
Se me olvidaba comentar que suelo publicar en mi blog temas británicos. El último es de hoy:
http://elbaluartedeoccidente.blogspot.com/2009/03/el-concepto-britanico-de-la-caridad.html
Vale
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