domingo, 15 de marzo de 2009

El Lector

Hoy no estoy para mucho blog.

La peli no es ni buena ni mala. Va de más a menos, eso sí; empieza bien, planteando una historia de amor y de soledad muy bonita de forma muy natural, pero toda la segunda parte no aporta nada nuevo, sólo una serie de finales sucesivos que nunca son de verdad el final. Hay momentos bonitos, muy bonitos, pero al conjunto le falta algo para ser redondo.

Pero la razón no es esa, la culpa de mis pocas ganas la tiene el piloto de la gasolina de la moto, que -por lo que se ve- no funciona.

Así que después del golf y del cine (la tarde ya había sido bastante movida) me he pasado media hora empujando la moto por la Carretera de Castilla, una buena parte cuesta arriba. Los últimos 100 metros creí que no se acababan nunca, he estado a punto de dejarla y venir a casa.

He llegado sudando a mares y con un dolor horrible de cuello y brazos. El kebab, que lógicamente se había quedado frío, me ha sentado a cuerno. Me voy a tomar un ibuprofeno y me voy a la cama.

Al menos esta semana es cortita. Por cierto, tengo que pensar mejor en esto, porque tal como decía el otro día AdM que nos pasaba a los españoles, cada vez me gusta menos trabajar. Últimamente he querido pensar que era un signo de madurez y de inteligencia, pero empiezo a no estar tan seguro.

¿Cuál será la verdadera razón?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

que te haces mayor

Anónimo dijo...

¿qué pone dentro del papel?