domingo, 26 de octubre de 2008

Happy

Hay días en los que uno se siente como el protagonista del Show de Truman, días en los todo encaja a la perfección, demasiado para el desorden al que la vida nos tiene acostumbrados. Hoy ha sido uno de esos días. La homilía de Misa de 12 parecía hecha de encargo palabra por palabra desde el principio hasta el fin, y “Happy” no ha hecho otra cosa que desarrollar la idea a la que he estado dando vueltas esta mañana mientras corría.

Pensaba, mientras bajaba por la Avda. de Europa y sin venir a cuento de nada, que la felicidad tiene mucho más que ver con las expectativas que cada uno tiene, y con la forma de mirar a la realidad, que con la realidad propiamente dicha. Que todo depende de ser Tiger o Igor. De serlo, o de elegir serlo, pero eso es ya otra cuestión.

Y de eso trata la película. "Happy" es una película alegre, muy alegre, pero que no habla de una vida alegre sino de cómo mirar a la vida con alegría. En realidad no sucede nada extraordinario en la vida de Puppy, es una vida normal de una solterona profesora de primaria que vive… y que es feliz. Ya está, sin más. Durante un rato me he distraído imaginando una película en la que, sucediendo exactamente lo mismo que en esta historia, la protagonista fuera profundamente infeliz.

Una chica amargada por no haber encontrado el amor su vida y por tener que vivir, a los 30 años y desde hace 10, con su amiga de toda la vida; estresada por tener que aguantar todos los días a 30 niños insoportables por un sueldo mísero –no tiene coche, y nada más empezar le roban la bici-; agobiada por una hermana medio loca que no consigue abrirse camino y que depende de ella; desesperada por encontrarse todas las mañanas dándose cuenta de que sigue haciendo los planes de hace 15 años, y bebiendo más de la cuenta. Y como diría Estepan Estepánovich, así sucesivamente…

Con la vida de Puppy se puede ser muy feliz o muy infeliz, y sucede lo mismo con cada una de nuestras vidas. Tenemos razones de sobra tanto para lo uno como para lo otro, todo depende de con quién nos comparemos, cuánto creamos que podemos exigir a la vida y, sobre todo, de los ojos con los que miremos a lo que pasa.

Después de darle vueltas a estas cosas de repente la película se me ha hecho eterna, creo que porque de alguna forma ya había entendido el mensaje y me sobraba el resto. Pero no han sido más de 5 o 10 minutos, porque al rato Scott, el contrapunto de la protagonista, ha puesto palabras a mis ideas “demostrando” lo que pensaba. Y lo ha hecho, además, muy bien.

No sé si dentro de un tiempo me acordaré de “Happy”, o será una de esas tantas películas de las que acabo diciendo que “sé que me gustó, pero no sé de qué iba”. Juega con ventaja el el hecho de que con ese nombre fuera a verla el día de mi cumple, hasta R se ha dado cuenta de que también esto encajaba. Sí me acordaré, al menos, de la imagen de una profesora entregándose por completo y con una con alegría verdaderamente enternecedora a sus alumnos.

http://www.happygoluckythemovie.com/

Esta mañana la carrera ha dado mucho de sí, y ya llegando se me ha ocurrido una idea divertida para proponer al Hormiguero, el programa de Cuatro, que sinceramente creo que si sale puede cuadruplicar la recaudación de Un Kilo de Ayuda de aquí a Navidad.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Iñigo, me ha encantado esta entrada y estoy totalmente de acuerdo con todo lo que dices. Mi preferida de todo tu blog.Y eso que no me he perdido ninguna.Es curioso porque siempre nos gustan más las cosas que leemos cuando estamos de acuerdo con ellas.

¡¡Y menudo compromosio lo del 1 Kilo de Ayuda!! Has conseguido que me proponga a llamar esta misma mañana al Hormiguero!!
A.

Anónimo dijo...

Tal vez nuestro error sea, que pudiendo ser feliz con lo que tenemos y con lo que somos, pidamos cada día un poco más. Y ese exigir más, nos come un poco de la felicidad de la que disfruta esta profesora.
Ella es feliz, como dices tu "ya está, sin más". Ese sin más creo que es fundamental.

Gracias por tu reflexión

Anónimo dijo...

yo soy una de esas chicas que representarian la cara opuesta a la de la peli. La que nunca tiene lo que desea.No se puede ser feliz "sin mas". Hace falta ser de una "pasta" especial para lograr esto.Los demas mortales siempre queremos otra cosa distinta a la que tenemos.
Aparte de eso la critica me gusta. Se notaba la melancolia tipica de los cumples, en los que te replanteas cosas que otros dias del año pasarian inadvertidas.
Besos