miércoles, 3 de diciembre de 2008

Algo huele a podrido

Casi peor que el asesinato de esta tarde es lo que este asesinato nos dice de cómo ha de ser una sociedad en la que sea posible. El valor de una vida es infinito, a sus 5 hijos lo que les importa es haber perdido a su padre, claro, pero casi se podría decir que esto peor como síntoma que como suceso.

Así, sin siquiera respirar: Dos tipos que estarán entre los 25 y los 35 años que no han podido experimentar jamás ningún tipo de represión física ideológica o moral han encontrado sentido a su día y me imagino que a su vida robando un coche en Deba y yendo a Azpeitia para matar en la puerta del Kiruri de dos tiros en la cabeza a un empresario de 70 años porque le ha sido adjudicada parte de la obra de construcción de una línea de tren de alta velocidad. Manda cojones...

Esos dos tipos no serán capaces, ni de lejos, de unir con argumentos de ningún tipo su acto con supuesto motivo del mismo, es imposible que encuentren conexión no sólo por su incapacidad sino porque no la hay. Por Dios no se me entienda que si hubiera conexión el suceso sería distinto, sólo es distinto el síntoma.

Mañana doy clases en el Colegio de abogados sobre Nuevos Movimientos Sociales, la semana pasada fue sobre Nacionalismos. Los dos temas están unidos porque ambos beben de la misma fuente, del vacío existencial del hombre de hoy, de la falta de identidad. Ambos ocupan (perdón, okupan) el hueco que Dios dejó cuando dejó de existir.

Y porque en el fondo son lo mismo el nacionalismo radical vasco ha tenido éxito en la misión de hacer suyos, de asimilar, de integrar en su discurso, a todos los movimientos sociales que se han dado en el país vasco, De hecho no es que los haya integrado cuando existían, sino que han sido engendrados y amamantados por el propio nacionalismo. Al movimiento nacionalista vasco podría llamársele, en este sentido, un movimiento esponja.

Es acojonante, pero en el país vasco no se puede ser feminista, ecologista, naturalista, del movimiento okupa, o antiglobalización (globalifóbico dicen muy graciosos los mexicanos) sin ser nacionalsocialista radical. Y lo peor de todo, no se puede ser pacificista sin ser jarraichu. El movimiento pacifista vasco ha sido desde el principio absorbido, en el país vasco, por el grupo social que apoya y sustenta a la organización terrorista ETA. Y lo peor es que a nadie le parece extraño, y que los jóvenes lo compran.

Lemóniz, Leizarán, y ahora la Y Vasca. ¿Qué coño tendrá que ver eso con nada, qué grado de perversión tiene que alcanzar una sociedad para no asombrarse de que unos terroristan maten a un tipo que hace túneles en nombre de una nación vasca que el propio nacionalismo creó para justificar su propia existencia?

La semana pasada, para explicar en el Máster la creación de naciones por el propio nacionalismo, usé Google Earth y el caso de "Itziar Herria Sortzen", la plataforma que pretende "desanexionar" Itziar de Deba basándose en la "diferencia sociológica abismal» existente entre Itziar y Deba. «Son dos culturas, dos pueblos completamente distintos". (declaraciones textuales de María Jesús Gurrutxaga, Concejala -a sueldo, claro- del Ayuntamiento de Deba)

Itziar y Deba dos culturas... ¡Dos culturas! Como decía mi padre, es pa mear y no echar gota. Si no hubiera muertos sería muy gracioso.

Descanse en Paz.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Hijo que bien te expresas cuando estás cabreado, da gusto leerte.Espero que A esté recuperada del susto.
Buen día.
M
Dispuesta a retaros a D y a ti cuando querais.