miércoles, 10 de diciembre de 2008

The ING New York City Marathon

Hoy he estado corriendo y no se me ha ocurrido nada ni he pensado en nada especialmente interesante. He ido escuchando a Louis Amstrong, el disco de canciones de Disney, así que la música tampoco me ha servido de mucha inspiración.

¿Por qué me pongo a escribir entonces? La verdad, no lo tengo claro. Creo que es tan sencillo y tan humillante como que no quiero perder los pocos lectores que me quedan. La semana pasada estuve cenando en casa de T, y me impresionó saber que ni sabe ni le importa el número de lectores que tiene. Eso en ser un blogger de verdad, y no esta especie de... de nada.

Es muy especial, por cierto, la familia A. Son muchos, son todos iguales y al mismo tiempo todos son diferentes. Son distintos, únicos, y aunque parezca un juego de palabras es eso precisamente lo que les hace ser tan parecidos.

Varios de ellos me dijeron convencidos que se apuntaban encantados al plan de ir a Nueva York el próximo noviembre para correr la maratón. Intentaron incluso convencer al propio T de que lo intentara, y si se ponen a ello estoy convencido de que lo consiguen. Sería chulo, por ahora somos 7 los que hemos dicho que nos gustaría, a los que habría que sumar 3 o 4 acompañantes. Me lo voy a proponer un poco en serio, me apetece mucho montar un grupo de 15 o 20 personas y un plan de entrenamiento a partir de la primavera.

El otro día incluso pensaba que se podría plantear desde la UFV a todas las universidades de Madrid o incluso de España, en ese caso seguro que montábamos un grupo grande de universitarios, y seguro que nos patrocinaba Madrid 2016. Si nos sobrara tiempo para hacer chorradas... Al final se quedará, con suerte y si me empeño, en el grupito de la UFV y aledaños. Acabo de entrar en la web del "ING New York City Marathon" y he visto que quedan 325 días, 14 horas, 54 minutos y 21 segundos. No es tanto.

Me parece que me voy a centrar en eso de correr, porque lo del golf me está sacando un poco de quicio. Las tres primeras semanas de cada 100 bolas que daba eran buenas - tanto con hierros como con maderas e incluso con el drive - no menos de 90, tengo testigos. Pues bien, dos semanas después de cada 100 bolas no salen bien ni 15. La primera vez que salí al campo hice dos pares y puse prácticamente todas las bolas en el green... La última vez, salvo el putt de 19 metros (medidos) tuve pocas alegrías. Voy para atrás, mucho más rápido que los cangrejos. A ver si mañana JL me pone en vereda, espero la clase como agua de mayo.

Aún así lo sigo disfrutando mucho, y cada vez me apetece más que llegue el momento en que con cierta tranquilidad pueda salir a un campo de 18 hoyos largos. Pero lo voy a ir dejando aquí, para no aburrir al personal y porque A me ha pedido que le pegue en el album los cromos, y no creo que sean menos de 150.

Por tres muy diversas razones, que ni puedo ni quiero contar aquí, estas navidades me pillan bastante intranquilo y con muy pocas ganas. A ver si me animo y me tranquilizo un poco, yo siempre he disfrutado mucho de estas fiestas.


Para terminar, y para empezar a animar el cotarro, colgaré esta foto que no he podido dejar de hacer esta tarde en Rectorado. Me da hasta miedo preguntarme qué harían...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Tu idea del Maratón de N.Y. del próximo Noviembre me parece estupenda, así que cuenta conmigo. Ya tienes a uno en tu lista. Respecto a lo del Golf, no desesperes, a mi me pasó lo mismo durante bastante tiempo y ya ves ahora donde me encuentro. Ánimo. Si te quedan cromos por pegar en el album de A tambien puedes contar conmigo.

Anónimo dijo...

¡Ah! se me olvidaba.Si quieres leer algo bueno de verdad agarraté a CONFESIONES DE UN BURGUES y si te gusta a su segunda parte TIERRA, TIERRA de Sandor Marai. Seguro que no las encontrarás en ninguna lista de los 10 mas vendidos.