miércoles, 2 de septiembre de 2009

Back to school

Ya estoy aquí. En Santander, en el Hotel Bahía, con una luna llena preciosa y un fresquito y una humedad que me traen muy buenos recuerdos.

He tardado en volver, pero en esta ocasión no ha sido por falta de ganas, ni por falta de temas, ni porque me hayan asaltado dudas sobre la continuidad de esta historia. Ha sido una mera cuestión de tiempo: el lunes por la tarde llegamos de Córcega, y desde entonces -antes tampoco- he tenido un rato tranquilo como el de ahora.

En todo este tiempo han pasado muchas cosas, sin lugar a dudas la más importante de ellas ha sido el nacimiento de Itziar García Sáenz de Miera, mi sobrina y ahijada(léase Iciar, pero escríbase tal como lo he hecho). Este es el milagro:



De ese nacimiento escribiré en otra ocasión esta noche no quiero hacer mucho más que una especie de introducción al año, como aborde todos los temas que tengo en la cabeza acabo con mis queridos lectores. Por ciero, acabo de ver que hoy el blog ha tenido... ¡34 visitas! Debe ser el stress post vacacional, o las pocas ganas de trabajar, que a fin de cuentas es casi lo mismo.

Otra cosa importante que ha pasado es que ayer me incorporé a mi nuevo trabajo en la Fundación Botín. Es mi primer cambio de trabajo que verdaderamente lo es, el resto han sido cambios de posiciones y esto no llega a ser un cambio de deporte pero sí es es un cambio de equipo en toda regla. El principio es bonito: muchísima ilusión, nervios, sentimiento de responsabilidad, ganas de hacerlo bien y de pasármelo bien, una miajita de miedo, tiempo dedicado a tonterías, curiosidad por lo nuevo y ganas de aprender de todo, algo de morriña también... Al final, cuando todos estos sentimientos se mezcalan y alborotan me calmo pensando en lo que siempre he pensado: lo único que tengo que hacer es hacer en cada caso lo que crea que sea mejor. Es así de sencillo, no se puede pedir más porque no es posible dar más.

Los lectores que empezaron conmigo en Palo Alto seguro que se acuerdan del "Engage and see" de Burgelman. Pues bien, este que me toca ahora es el tiempo del "see". Mirar. Mirar con interés, con sensibilidad, con inteligencia, con pensamiento estratégico y político, con prudencia pero con valentía, con creatividad, con mucho respeto, y más aún, con cariño.

También ha pasado el verano. Ha pasado Deba, ha pasado Jaca y ha pasado Córcega.

De deba me quedo, por ahora, con tres cosas: 1) Con el sentimiento que se me queda cuando me voy, que se parece mucho a lo que siento cuando llego, que es irracional pero muy humano y que no es fácil de explicar. 2) Con la ilusión de que los niños, y sobre todo R, empiecen a sentir cosas parecidas: la cuadrilla, los amigos del verano que no dejan de serlo porque en invierno se nos olviden, la pena al irse, el sentirse en casa, la libertad de movieentos... y 3) Con la paz que da ver que la policía hace de policía y quita de las calles las fotos de los malos.

De Jaca me quedo con el monte, con el aire, con los ríos... ¡Por Dios qué cursi! Y este año, con los amigos. Nos daba un poco de miedo que Jaca dejara de ser sólo nuestra para compartirla con otros, pero la experiencia de disfrutar las excursiones con los R, los B y los G ha sido maravillosa.

De Córcega me quedo con el verde y el azul intensos, y con un poco de envidia por esos peazo barcos (con los que no sabría qué hacer, todo sea dicho) He subido las fotos a Picassa, por si alguien sigue sin ganas de trabajar o sin jefe, creo que hay 5 o 6 bonitas. De Jaca no he hecho porque no se me da nada bien hacer fotos de paisajes. Me aburren y nunca me convencen, nunca se parecen a lo que veo o no llegan a trasmitirme lo que siento cuando lo veo.

Hablando de fotos, ayer estaba pensando en de vez en cuando podría escribir alguna entrada a propósito de alguna foto de las que hago con la blackberry. Como esta de una pintada que hice ayer en la Glorieta de Ruiz Giménez, y que da no para una entrada sino para una tesis de sociología o de antropología.

Todo. Ahora. ¿No está mal, no? Sólo falta añadir "gratis".

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Iñigo:

Ayer descubrí tu blog por casualidad (como otros lectores según he podido comprobar), fisgando en Google, y hoy ya me he leído la mitad. Está muy bien.

Me ha sorprendido mucho la entrada en la que dices que con 37 años deberías haber escrito algo interesante. Mira, hace 3 años, en abril de 2006 te sentaste a mi izquierda en la mesa, y cuando contaste que tenías 34 años, no me lo creí... por tu capacidad de influencia, por lo mucho que has escrito en las almas de miles de personas, que luego hemos intentado -por lo menos con todo nuestro empeño- mover un poco las cosas.

Cuídate y espero que te aprovechen en la Fundación.

I.
Primera Edición de Becas Europa
Vizcaya

Auberon Quin dijo...

No me queda del todo claro si lo que hiciste ayer fue la foto o la pintada...
Gracias por tu blog, un saludo