jueves, 8 de octubre de 2009

Lo que ha llovido

Sí, esta mañana ha llovido a mares en Santander. Me ha dicho E que por la calle bajaba una riada de casi 2o cm de agua, con barro y piedras. Pero no, no titulo esta entrada así por eso.

D me regaló el martes un libro con ese título, un libro que recoge algunas de las entradas del blogg de Enrique García-Máiquez entre 2006 y 2008. Es una joya, me está pasando como cuando descubrí a AT, aunque no tanto porque esto se parece un poco a AT. Hoy la azafata del avión no dejaba de mirarme, yo creo que sorprendida porque pudiera sonreir así leyendo un libro, un libro que no tiene ilustraciones no en la cubierta.

Tendría que pasar de la origionalidad, dejar de escribir bobadas y fusilar todos los días algo del blogg de E. Tendría más lectores, y sobre todo haría mucho más bien a los que me leyeran, fueran cuantos fuesen. Al menos hoy lo voy a hacer, espero que ni E ni la SGAE me acusen por esto.

"Poesía es eso cuyo resumen ocupa más que el original. Cuanta mayor desproporción entre resumen y original, más poesía".
Luego nos regala un ejemplo que por sí solo vale el libro, una soleá de Blanco Garza:
Yo no sé cuando es verdad,
si cuando me quieres menos
o cuando me quieres más.
****
Un haiku maravilloso (Nunca antes de hoy había oído esa palabra) de un tal Naojo (Si no pongo "un tal" va a parecer que intento aparentar que sé quién es):

Cortarla es una pena,
dejarla es una pena,
ay, la violeta.

Habría muchos más, pero no sé cuáles escoger y además como me pase me van a acabar multando de verdad. Sólo una, una más, una cita de Borges que sin saberlo llevaba días necesitando, una cita que me ha obligado a cerrar el libro y los ojos para meditarla, para digerirla:
El amor nos permite contemplar al otro como lo ve Dios.

Paro aquí por lo que he dicho pero también porque no logro encontrar otra cita, en este caso de un autor inglés, que venía a decir algo así que la belleza y la diversión son las dos muletas que nos permiten andar esta vida. Seguro que era mucho más bonita, pero no quería dejar de escribir aquí el sentido porque me parece muy verdad.

Estoy escribiendo ya desde Madrid, hoy me he dado cuenta de que me estoy empezando a convertir en un auténtico paleto de ciudad, me he venido no ya con los sobaos de siempre, sino además con un par de kilos de tomates. ¡Pero qué tomates! En Madrid no se encuentran fácilmente, al menos yo no lo he conseguido. Lo peor es que después de tomarme el tomate para cenar, en plan sano, no me he resistido y recordando viejos tiempos me he tomado un sobao con un vaso de leche.
Soy un débil, termino con otra:
La vida son cuatro días.
Cuando se pueda - y se puede
muy a menudo - sonría.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

No me quiero ni imaginar la diferencia que debe de haber entre la foto pseudoromántica de la otra entrada y el incremento de volumen que has debido experimentar con tanto sobao...aunque ya se sabe "más vale gordo que de risa que flaco que de lastima".

Hilarie Belloc dijo...

We hobble through this difficult world with the aid of two crutches: Fun & Beauty.

[And thank you very much]

Iñigo dijo...

Muchas gracias a ti, Hilarie. Estuve como tonto media hora buscándola en el libro, pero no di con ella. En inglés es, además, mucho más bonita.