domingo, 30 de noviembre de 2008

Somers Town

Somers Town es una de esas pelis que a uno le reafirman en esa manía suya de ir a ver cine "raro" aún a riesgo de que le llamen snob.

No sé bien de qué va, la verdad. No va de nada y va de todo. Para mí va, sobre todo, de lo lejos y lo cerca al mismo tiempo que estamos unos de otros; dos personas se cruzan por la calle, se miran, o ni eso, ya ya está. Ahí termina, o mejor aún, ni empieza una novela que nunca se escribirá. También trata sobre la soledad, y sobre la felicidad de encontrar a alguien que nos saque de ella. Ahora me doy cuenta de que todos los personajes están solos, de muy distintas formas pero todos solos... hasta que se encuentran entre ellos. Más que de la soledad la película habla del encuentro. Muy quintasiano.

No sé muy bien por qué extraña causa, los dos momentos más bonitos de la pélícula - los dos en los que entra la música - me han traído a la cabeza lo que he sentido esta mañana montando a caballo por la dehesa nevada de Cercedilla. También lo de esta mañana era como para ponerle música: con los perros, galopando por la nieve virgen, sintiendo la fuerza de Albaicín en las manos que dolían por el frío y por sujetar tan fuerte las riendas... y pensando que era feliz, que el cielo se tenía que parecer un poquito a eso para ser de verdad el cielo.

También pensaba que qué poco hacía falta para ser feliz, hasta que me he dado cuenta de que no era poco en absoluto. Si me sentía feliz no era sólo por el caballo, por la nieve, o por el aire frío, sino por la familia que estaba en casa, por mi trabajo que me permitía disfrutar de ellos, del fin de semana, y del caballo... En esa sensación estaba concentrada, de alguna manera, toda mi vida. El milagro que contiene y también su fragilidad.

Ya sé por qué me he acordado de eso: porque en esos dos momentos de la película, que en realidad son el mismo pero cambiando de decorado, uno llega a creerse las sonrisas, la felicidad de los personajes. Sonrisas que se parecen a la de R cuando consigue ponerse de pie en la tabla de surf, o la de cualquiera de los niños este fin de semana en el trineo. Sonrisas sinceras, enteras, que no se guardan nada, sin complejos.

Venía pensando en el coche, a la vuelta, que a lo mejor porque es verdad que ningún lector de mi blog va a ir a ver Somers Town es por lo que tiene sentido escribir de ella. Para que quien lo lea y quiera pueda -sin verla- sentir o pensar cosas parecidas a las que yo he sentido o pensado viéndola.

Y en 71 minutos, lo que es MUY de agradecer. Debería estar prohibido hacer películas de más de hora y media.

martes, 25 de noviembre de 2008

Sexo

Hoy he comido con RL en Piu di Prima para ver de qué manera conseguimos que Stanford compre nuestro STT Program. Hemos terminado pronto, así que he ido a una peluquería de chueca a que un peluquero gay me cortara el pelo. Mientras lo hacía, un travesti amigo suyo con unos pechos descomunales le contaba sus planes de operación de cambio de sexo, y yo leía en el Cosmopolitan una encuesta sobre las fantasías sexuales de las mujeres españolas. Todo muy de almodovar.

Esta es la nueva línea que va a tomar este blog después de que un lector me haya amenazado con dejar de leerme si sigo empeñado en escribir sobre películas raras que no interesan a nadie y que nadie va a ir a ver. Es una línea similar a la que siguió en su día a Valerio Lazarov cando contrató a las "Mammachicho" para subir el share de Telecinco. A ver a cuántos lectores llegamos hoy...

No es más que la pelea de siempre entre la calidad y la cantidad. Sólo me sorprende el hecho de que sea precisamente G quien esté por la cantidad.

Por si alguien no sabe quién es Valerio Lazarov, copio aquí un fragmento de lo que sobre él se dice en Wikipedia: Es nombrado primer Director General de Telecinco, y se convierte en el artífice y principal valedor de una forma de hacer televisión colorista y desenfadada, inspirada en el estilo del Canale 5 italiano y que contrasta con los cánones imperantes en la pública TVE y en su rival privada Antena 3. Este estilo, cuya máxima expresión fue el ballet de las Mammachicho es fuertemente contestado por amplios sectores de la crítica televisiva, que tildan a Telecinco de chabacana y la apodan "Teleteta".

Por cierto, lo del STT puede que tarde un poco pero creo que al final saldrá.

domingo, 23 de noviembre de 2008

Leonera

Qué gusto... Después de los chascos de los últimos dos o tres domingos, hoy por la mañana ni me apetecía ir al cine. Me alegro de haberme forzado un poco, porque "Leonera" es una muy buena película. A decía que la crítica de El País decía que no había en ella nada que no fuera bueno, y si no fuera por el actor que representa a Ramiro yo estaría de acuerdo.

Sí es verdad que durante un buen rato me ha estado dando mucha rabia rabia haber visto el trailer. Cuando un trailer es bueno como corto suele ser malo como trailer; cuando cuenta lo suficiente como para decir algo en sí mismo es que cuenta demasiado de la película. Es lo que sucede en este caso, creo, aunque afortunadamente no lo cuenta todo.

La película recorre con una enorme sinceridad todos los sentimientos imaginables que a uno de pueden surgir cuando le ponen en frente, con toda crudeza, el drama de un grupo de madres viviendo en una prisión con sus hijos pequeños. De hecho estaba pensando que lo mejor que tiene "Leonera" es eso, que es capaz de hacer aflorar sentimientos y reflexiones que normalmente nuestra capacidad de sorpresa atocinada no permite que surjan.

Pensamos en "Carcel de mujeres con niños" y nos decimos "vale, sí, ya sé que las hay, será muy duro ¿Y?" Y mucho, y... "Leonera".

He pensado en colgar aquí algunas de las fotos que cada vez más a menudo hago con el móvil. Esta es del despacho de T, ya me gustaría a mí tener tantas cosas interesantes que guardar.

Esta mañana, cuando ya estaba en el coche volviendo a Cercedilla he pensado que tenía que haber hecho una foto de la sombra que proyectaba sujetando la bandera a D en el hoyo 7. Por cierto, estoy encantado con mi primera experiencia golfista "real" de esta mañana. Hasta he hecho dos pares, y ninguna bola se me ha ido demasiado lejos. A ver si JL me enseña a aprochar y patear (puttear queda muy feo) y dejo de tirar por la borda una salida decente.

Ayer cogi, casi sin darme cuenta, la novela "Nadie Conoce a Nadie", la abrí por una página cualquiera y me asusté. Es como cuando abres el Evangelio por una página cualquiera y te das cuenta de que te habla a ti y sólo a ti.

miércoles, 19 de noviembre de 2008

Ryder Club

A me jura y me perjura que no es una invención de El Mundo, que de verdad Garzón ha cerrado el caso del desenterramiento de fosas al comprobar que Franco ha muerto. No puede ser, y además es imposible. Si fuera así a este señor habría que quitarle el sueldo un par de meses, a veces se nos olvida que esas mamarrachadas se las pagamos entre todos.

Me he dejado la mochila en casa, así que voy a tener que escribir esta entrada rapidito, antes de que se gaste la batería del portátil. Sería un buen concurso de literatura, uno de relatos cortos que hubiera que escribir del tirón, en el tiempo que dura una batería.

Ayer estuve comiendo con S, que es la presidenta de la Asociación de Antiguos Alumnos de Stanford. No quiero adelantar nada aquí porque me da miedo que me roben la idea antes de que esté en marcha, pero creo que vamos a montar algo muy bonito. Cada vez me alegro más de esta aventura americana: gracias a ella empecé el blog, gracias a ella estoy conociendo a un montón de gente, y gracias a ella se me ha ocurrido alguna idea buena y se me han abierto algunas posibilidades muy muy ineteresamtes.

Si sale bien esta idea, de aquí a un par de meses me voy a tener que hacer un viajecito -huy qué pena - por los states visitando algunas de las mejores universidades del mundo. Y, como decía MGK, hasta aquí puedo leer.

S es la Directora General de Match.com, el portal para buscar pareja en internet. Antes de entrar en materia estuvimos un rato hablando, cómo no, de la crisis, y fue interesante descubrir cómo la situación económica afecta a un negocio como ese. Yo lo he pensado varias veces, y muy en serio: si tuviera que buscar pareja creo que acudiría a uno de estos portales, me parece una forma magnífica de conocer gente, algo que no es fácil yendo tan rápido como vamos... a donde sea que vayamos.

El Ryder Club es una red informal formada por antiguos alumnos de las mejores escuelas de negocio, no sé si sólo de Madrid o de toda España. La Rider sirve, entre otras cosas, para compartir las actividades que organiza cada Asociación.

Desde que volví de Stanford yo he estado en dos almuerzos: el primero con el presidente y fundador de blusens, una empresa que vende más MP3 en España que Apple, y el segundo con Claudio Fernández Araoz, un diretivo a nivel mundial de Egon Zender que ha escrito un libro sobre captación de talento. Hoy me ha llegado una invitación para almorzar con Manolo Santana organizada por la Chicago BS, hace poco la HBS trajo al fundador de facebook... Lo bueno no es sólo poder conocer a esa gente, sino que los asistentes suelen ser gente muy interesante. Puedo llevar invitados, así que a partir de ahora cuando haya algo interesante lo diré por si alguien quiere apuntarse.

J dice que la semana que viene saldremos ya al campo. Esto del golf me está gustando mucho, creo que ya sé lo que les voy a pedir a los Reyes Magos. Hoy a mediodía, en clase, he dado exactamente 155 bolas (3 tandas de 52, menos una rota). Al final estaba agotado y ya no me salía nada, pero el profe me ha dicho que está muy bien hacer 170 metros con el hierro5. Esta noche, corriendo, lo he notado, y cuando llevaba 5 ó 6 kilómetros me quería morir.

Lo que no sé es si me estoy obsesionando un poquito. Ayer me fui a Puerta de Hierro para que C y P me dejaran una red que se pone en el jardín para entrenar, ya tengo un chalet en pozuelo con piscina y campo de prácticas de golf. ¿No está mal, eh?

¿Algún lector de este blog tiene una casa bonita en algún sitio bonito para que la familia Sáenz de Miera se vaya a pasar unos días en fin de año? A falta de ofertas de casas, también se aceptan sugerencias: estamos pensando en Lanzarote, Cadiz, Cartagena de Indias, Valmorel...

La semana pasada escribí un borrador de un primer guión ("protoguión" según mi fututo director) de la "tesis", y el sabádo pasado me ayudó mucho la charla sobre liderazgo que tuve que dar para ordenarme las ideas. Pero creo que no voy a ser capaz, no sé si en mi vida cabe mi familia, mi trabajo, mis carreras, Albaicín, el Golf y la tesis. Si al final me animara me gustaría hacer una e-tesis, que consiste en ir publicando fragmentos según los vas teniendo, para que todo el que quiera pueda opinar y mejerorar el trabajo.

Me está quedando un despacho precioso, me hace mucha ilusión ver los dibujos de Chumi, y las fotos que me regaló M. En cuanto me traigan las sillas lo inauguro.

domingo, 16 de noviembre de 2008

Gomorra

Me ha defraudado. A lo mejor porque esperaba demasiado, a lo mejor porque no es tan buena como dicen y a lo mejor porque tenía la cabeza en otro sitio. O un poco de cada cosa.

Según dicen es un retrato fiel de la Camorra, y si realmente es verdad lo que ahí se cuenta es como pensarse bien qué queremos decir cuando decimos que vivimos en sociedades desarrolladas. Por cierto, ¿Por qué cuándo más bestia es una película, más real nos parece? En cualquier caso a mí me ha pasado un poco como con Transsiberian me ha faltado algo. También es verdad que no estaba yo para muchas reflexiones, a lo mejor hoy me tendría que haber quedado en casita. Pero al salir del cine le he pedido a A que fuera ella la que en esta ocasión escribiera la entrada, y me ha confesado que ella tampoco sabría qué decir. Mal síntoma.

Además al final he llegado a casa muy tarde, no sé cómo A es capaz de esperarme hasta casi las 11 sin cenar. La película ha empezado casi diez minutos tarde, cosa que nunca me había pasado, y además nos han puesto dos trailers, así que no hemos empezado hasta y veinte.

Pero no ha sido una pérdida total de tiempo: no sé cómo será "Leonera", una peli argentina que se estrena en breve, pero el trailer no tiene desperdicio. Al llegar a casa ahí estaba, cómo no, en Youtube:

http://es.youtube.com/watch?v=GxyVs7P1WZY

Ha sido un fin de semana largo, raro, como de mentira. Como de mentira por el tiempo tan espectacular que ha hecho, pero no sólo por eso.

Aunque también ha sido movidito, hoy hemos dado un paseo muy bonito a caballo, y me ha hecho ilusión que A se animara de nuevo, a ver si es verdad que se va poner un poco en serio. Albaicín ya va solo y cada vez más bonito, cada vez lo disfruto más. Espero que el golf -que me está dando muy fuerte- no sea un competidor demasiado duro...

Y sí, mentí, nunca tuve intención de ir a ver "Bella". Lo que no sé bien es porqué aquí escribí lo contrario. Me voy a la cama, a ver si aún pillo a A despierta.

¿Por qué llevaré tres semanas con tantas ganas de ir a Paris?

miércoles, 12 de noviembre de 2008

Poetas de sus vidas

Me sigue impresionando, y no es falsa modestia, que haya gente que siga entrando en este blog. No es mucha, pero es mucha más de la que tendría sentido que entrara. Hasta el anuncio de los churros no pasábamos de 50 visitas diarias, el día de los churros hubo 320, el lunes siguiente la cifra aguantó en algo más de 100, y un lunes cualquiera estamos entre 50 y 70. Me parece una pasada, y más aún el hecho de que un domingo cualquiera, o incluso hoy mismo, haya 24 personas a las que de repente se les ocurre entrar aquí a ver qué coño cuento.

Corriendo esta noche había decidido dejar de escribir por un tiempo. En realidad lo decidí ayer dando un paseo por la Avenida de Europa, y hoy no hacía más que confirmar la decisión. Lo hice porque no puedo escribir de lo único que me gustaría escribir, y escribir de cualquier cosa me parecía mentir. Y me lo sigue pareciendo, pero bueno...

Tengo que tener cuidado con estas cosas. El otro día MJ, muy seria, y en medio de una reunión d trabajo, me dijo que estaba preocupada por el tedio existencial que yo había escrito aquí que me invadía. Me dejó sin palabras,me sentí como si me hubieran pillado, de alguna forma, desnudo. Yo escribo resguardado en mi casita, solo, tranquilo, y a veces digo (me digo) cosas que sólo diría a un buen amigo y después de media botellita de vino. En cambio lo suelto aquí, al aire, sin sabe ni quién va leerlo, ni cuándo, ni cómo lo va a interpretar.

La semana pasada me escribió un mail G, y me dijo que quería quedar a tomar algo. Con esto de la crisis, lo primero que pensé es que quería trabajo y me equivoqué. Es un tipazo, este G. Es un tío sencillo, limpio, transparente. Y es muy valiente, porque confiar en alguien es muy arriesgado. Tomamos una caña más rápido de lo que a los dos nos habría gustado, pero le dió tiempo a ponerme al corriente de su vida, que no ha sido nada fácil los últimos meses. Pero se vé que ha tirado para adelante, sin esconderse, sin huir, cuando habría sido lo más fácil. Dijo que me había escrito porque desde el blog le había llegado energía positiva, pero es que tiene un rollo oriental un poco extraño. Ya le dije que tenía que hacer el máster de humanidades.

"The proper study of mankind is man". Así empieza el libro que acabo de terminar, de Zweig, "Tres poetas de sus vidas: Casanova, Stendhal, Tolstoi". Es un título raro, cada vez que lo veía en la mesilla me recordaba a aquella exposición de dibujos de Alfredo que se llamaba "Moscú, Nueva York, Murcia".

Es parte de una colección que se llama, qué nombre tan bonito, "Constructores del Mundo". Cuenta las vidas de tres personas que centran su vida en su propia vida, que se convierten ellos mismos en el centro de sus historias personales.

De Casanova: "No importa la misión que se le encomiende, jamás admitirá ser un novato en la disciplina en cuestión, adoptará de inmediato el rictus más serio, el del experto, y en su condición de farsante innato dará algún rodeo hasta conseguir salir airoso y con dignidad de los asuntos más peliagudos" Y luego: "Una plenitud vital tan desbordante va unida casi siempre a una escasa profundidad del alma. Para poder nadar con tal agilidad y presteza sobre todas las aguas, tal y como lo hace Casanova, es preciso ser, ante todo, ligero como un corcho". Qué miedo... Al menos él ligaba mucho.

Pero el capítulo más impresionante es el de Tolstoi. Es el más trágico. Es la historioa de un hombre que en la plenitud de la vida, teniéndolo todo y atreviéndose a escribir "soy totalmente feliz", de repente se enfrenta al abismo de la muerte, del sin sentido, del vacío, de la nada, y a partir de ese momento su vida será completamente distinta, nunca conseguirá escapar del vértigo. Voy a pedirle a R que lo encargue para la biblioteca, por si alguien lo quiere.

Roque ganó la semana pasada el concurso de futbolín y se llevó los seis euros del premio. Rocío va ganando este, pero es porque juego con ella me dejo ganar. Ahora mismo es mi preferida, no me importa admitirlo, me vuelve completamente loco.

La semana pasada vinieron a cenar un grupo nuevo de amigos, es bonito eso de hacer amigos, aunque es algo que se hace poco a poco. Lo pasamos muy bien, me dieron envidia N y E que están viviendo en París. Cenamos humus con mojitos, salmón marinado con albariño, y pato al chocolate con cava. De postre mousse de chocolate y y mousse de limón con coulís de frambuesa.

El domingo iré a ver "Bella", creo, en respuesta a las quejas de los lectores sobre la pereza que me daba. "Si has ido a ver Camino, ahora vas a ver Bella", fue la sentencia de S. Como para decir que no.

¿Y de lo del golf? ¿No digo nada? No, aún no.

domingo, 9 de noviembre de 2008

Transsiberian

Desde que escribo este blog estoy en el cine de forma distinta: más exigente, más activo, analizando más lo que sucede en la pantalla para intentar descubrir algo interesante que contar. Puede que sea un poco forzado, no lo sé, pero a mí me gusta.

El problema surge cuando aparece una película como Transsiberan: bonita, entretenida, con buenos actores, pero nada más. ¿Buena? ¿Puede decirse que es buena una película que no te dice nada, que después de contarte una historia te deja cómo estabas?

Si el cine es un medio de comunicación, la respuesta tiene que ser no. Porque el elemento central de la comunicación es el mensaje, eso que se quiere comunicar. El "recado", que diría con esa sorna tan suya D. Sin mensaje no hay comunicación, y a mi juicio no hay verdadero cine.

Si yo supiera de cine, cuando no hay recado podría suplirlo poniéndome a hablar de la dirección, del montaje, de otros trabajos de los actores, de las influencias que se le descubren al Director... pero no tengo ni idea, ni creo que llegue a tenerla nunca.

Me ha gustado mucho, eso sí, el retrato de Rusia que se hace en toda la primera parte. En algún instante de esa misma parte -luego la película cambia drásticamente -la mezcla de imagen y música ha logrado trasportarme muy muy lejos.

Porque Transsiberian son dos películas. La primera es una preciosa colección de fotos de Rusia y la segunda es un thriller; con sus malos, sus polis, sus misterios, sus muertos incluso. A mí me ha gustado mucho más la primera.

Iba a terminar diciendo que aunque la película es buena seguro que hay cosas mejores que ver, pero la verdad es que esta semana no había mucho donde elegir. Tengo que confesar que me da gran pereza ir a ver "Bella", justo por la publicidad que la ha precedido. La historia del "El Infierno Vasco" desgraciadamente ya me la sé. Y entre el resto abundan demasiado -cada vez más, esto empieza a ser una lacra- los documentales moralistas sobre ecología, política, identidad catalana o lo que sea. Aparte de algunas cosas buenas que ya he recomendado aquí, si entre mis lectores hay algún insomne que no deje de ir a ver "Irina Palm" en sesión de madrugada. Si se arrepiente yo le pago la entrada y un superkebab en El Turkito.

Sólo he fallado en una entrada y ya me parece que llevo meses sin escribir, será que ya me estaba acostumbrando. Ha sido por pereza y también por no escribir sobre Obama, aunque tengo que admitir que de su discurso de no más de 20 minutos se puede sacar más chicha que de cuatro o cinco de estas películas que voy a ver.

Esta semana me gustaría desquitarme, hay demasiadas cosas que se me desordenan cada vez más en la cabeza y que quiero soltar: sobre el sentido de la vida, sobre mis lecturas, sobre mis clases de golf y los palos que me han dejado D y S, sobre el encuentro con G, sobre mi proyecto de tesis y de e-tesis, sobre A, sobre mis hijos y sobre todo sobre la felicidad.

En esto de la felicidad, que es en realidad lo único que importa, cada vez me acuerdo más de una clase opcional de Stanford a la que no fui, que se llamaba "The knowing-Doing Gap". Y qué gap más grande, ¿Verdad?

En estos días dos veces me he bajado de la moto para hacer fotos. La primera, del cielo, en Monteclaro.


La segunda es una vista de Madrid tomada desde Pozuelo que me recuerda mucho a los dibujos de Jorge Arranz.

Yo nunca he visto tan bien "contado" el aire de Madrid como en los dibujos de Jorge.

Alguien debería organizar un concurso de fotos malas, tomadas con móviles.

domingo, 2 de noviembre de 2008

La Comedia de la Vida (Du Levande)

¿Quién traducirá los títulos de las películas? No sé mucho sueco, pero me apuesto un brazo a que “Du Levande” no significa “La Comedia de la Vida”. El traductor de Google lo traduce por “Usted, la Vida” por lo que parece que el título inglés de “You, the Living” es mucho más fiel no sólo al título original sino también al contenido. De añadir algo, que no lo veo necesario, tendría más sentido "La Tragicomedia de la vida". Lo que allí se cuenta es cómico y trágico al mismo tiempo, y es normal: nada hay más trágico que una vida que sea una comedia.

La película empieza con fuerza, prueba de ello es que no he tardado ni treinta segundos en olvidarme del angustiante final de la Fórmula 1, que diez minutos antes nos había tenido en vilo a toda la familia. ¿Quiere eso decir que me ha gustado? No, y sí, y todo lo contrario. A me lo ha preguntado al llegar a casa, ¿Qué tal? Y no he sabido responder… Bien, sí, no... Rara, he terminado diciendo.

Seamos sinceros: mucho tiene que ver con la tontería de ir a los Renoir a ver cine supuestamente inteligente. En la tele después de cenar, o en un avión de camino a Bogotá, ni el más pintao aguanta 20 minutos viendo esta película. Y eso que no es mala, y que tiene algunas escenas muy divertidas y muy sugerentes. Es como escuchar una canción de Silvio Rodríguez, le puedes sacar 15 significados distintos o ninguno, y nunca equivocarte.

Salvando las distancias en algunos momentos me ha recordado, tanto por la estética como por el tipo de vidas que cuenta, a la magnífica “Delicatessen”.

Ya antes de entra A me ha puesto en guardia: “es humor inteligente, surrealista, a lo mejor no lo entiendes”. No sé dónde habrá leído eso que es surrealista, pero yo no estoy de acuerdo (y eso que si me paro a pensarlo creo que no sé muy bien qué es el surrealismo, más allá de Dalí y de Buñuel)

A mí de hecho me parece realismo puro, o incluso hiperrealismo. La película te enfrenta a la realidad cruda de la vida, a escenas de vidas normales que sacadas de contexto –pues su contexto no es otro que la propia vida y no una pantalla de cine- son al mismo tiempo cómicas y trágicas, y casi siempre patéticas. Por eso el título no cuadra.

Sales del cine pensando en cómo cada vida es todo un mundo, único, infinito y apasionante. Yo muchas veces lo he pensado viendo un atasco, o una manifestación: cuántos mundos, infinitos todos ellos, apelotonados y pareciendo sólo una masa informe. Cuántas alegrías, tristezas, cuántos sueños, cuántas mentiras, cuántos miedos… Cuántos mundos, da un poco de vértigo.

Y cada uno de esos mundos, cada una de esas vidas, la nuestra incluso, es al mismo tiempo cómica, trágica, patética, llena de sentido y vacía de él… Sobre todo si la miramos como hace esta película, en escenas aisladas. Esa es la trampa, estoy seguro que cualquiera de los personajes que aparecen nos resultaría mucho menos extraño si conociéramos su vida entera, que sólo vista en su conjunto (e incluso sólo vista desde fuera) tiene sentido.

Pero me da la sensación de que tiene que caminos más interesantes para llegar al mismo sitio. A mitad de la película, en voz baja para no molestar, le he pedido a A que pensara en una sola persona a la que se la recomendaría, y no me ha sabido decir ni un nombre. Yo tampoco, y eso que me ha gustado.

Hoy a las tres y media doy mi primera clase de golf. A ver.